Nuestro debate de la semana pasada fue acerca de quien hubiera ganado un enfrentamiento entre el salón de la fama Ricardo “Finito” López (51-0-1, 38KOs) de México y el futuro Salón de la Fama Iván “Iron Boy” Calderón (35-3-1, 6KOs) de Puerto Rico. La idea fue de que los dos peleadores se enfrentasen en sus apogeo. En al caso de López, el de hecho parecía estar aún en su mejor momento cuando se retiró. Fue un final muy diferente para Calderón quien perdió 3 de sus ultimas 4 peleas antes de su retiro. Calderón pareció llegar a su mejor momento con sus dos victorias sobre Hugo Cazares y estaba invicto en ese momento. La mayoría de nuestros seguidores pensaron que esta versión de Calderón le hubiese dado algunas dificultades a López. Al final la mayoría pensó que López hubiera podido descifrar para detenerlo tarde en la pelea y ganarle por decisión.
La comunidad del boxeo estuvo en shock al conocer la noticia que el 5 veces campeón mundial Timothy Bradley, se había alejado de su entrenador de años Joel Díaz, tras más de 10 años de estar juntos. La razón de que la separación sorprendió a muchas personar fue porque Bradley de hecho venía de una victoria en la cual se había convertido en campeón mundial nuevamente y los dos habían estado juntos tanto tiempo sin ninguna razón notable de un cambio. Los dos, el peleador y entrenador compartieron sus lados de la moneda. Lo importante es que los dos parecen estar listos para seguir adelante por caminos separados.
Muchos entrenadores en el boxeo hoy en día desean tener tan siquiera la mitad del tiempo que Díaz tuvo con Bradley, especialmente durante un reinado titular de tantos años. Los entrenadores tienen un trabajo muy difícil en el boxeo. La parte física de ser entrenador es bastante duro por sí solo. El hecho de que la mayoría opera sin un contrato significa que la seguridad de tener trabajo puede ser de pelea a pelea. Un entrenador muchas veces es despedido tras una derrota grande, especialmente si es la primera en la carrera de el peleador tras haber estado invicto por mucho tiempo.
El rompimiento de Bradley – Díaz, hizo encabezados ya que sorprendió a muchas personas por la larga y exitosa carrera que llevaban juntos , La realidad es que este tipo de longevidad entre peleador y entrenador no se mucho en el boxeo en el nivel más alto. Muchas veces un cambio no es algo malo. Lo que sucede muchas veces es que nuevos entrenadores no obtienen el tiempo necesario para en realidad trabajar con los peleadores para poder demostrar mejorías. Marcos Maidana, hizo el cambio de entrenador con Robert García. Este es un muy buen ejemplo. Uno en realidad podía ver las mejorías en Maidana, tras un año con García ante buenos oponentes. El caso de Miguel Cotto, cambiando de entrenador para trabajar con Freddie Roach, aún está abierto a debate, en espera a su próxima pelea con Saúl Álvarez. La razón es de que algunos piensan que el éxito demostrado anteriormente es más por quien se ha enfrentado que el exitoso equipo y mejorías que ha tenido con Roach.
El debate de esta semana es si ustedes piensan que más entrenadores deberían de exigir tener contratos con los peleadores. Los managers y los promotores tienen contratos con los peleadores, ¿así que porque no los entrenadores? El porcentaje normal que los peleadores le pagarían a los entrenadores permanecería igual, pero esto le daría al entrenador la misma seguridad que un manager o un promotor tiene. Muchas veces un peleador despide a un entrenador poco conocido quien ha estado con el desde el inicio, por uno que es más conocido solo por eso. Este es más una protección en momentos donde un contrato le puede dar un poco más de seguridad laboral a un entrenador. Siempre pueden haber clausulas para la terminación del contrato si el entrenador no cumple con lo estipulado y no llena sus obligaciones. Por favor danos tu opinión de este debate.