La costa oeste coronó s su rey este pasado Sábado por la noche. Siendo Los Ángeles un lugar prominente de latinos para el boxeo, te imaginarias que ese hombre sería un peleador mexicano o mexicoamericano. No lo fue. El hombre que camina alrededor de Los Ángeles como si fuera su dueño es nada mas y nada menos que el nativo de un pequeño país del este de Europa, el campeón mediano del AMB, OIB y ahora Interino del CMB, Gennady “GGG” Golovkin de Karagandá, Kazajistán. El sábado por la noche en el Stub Hub Center de Carson, California, frente a un record de taquilla de 900,000 apasionados fanáticos, Golovkin hizo fácil y rápido su trabajo sobre el veterano de sesenta peleadas Marco Antonio “Veneno” Rubio. La destrucción le tomó menos de cinco minutos.
En la primera vez para el Stub Hub Center, Team Golovkin decidió dar el camino largo hacia el cuadrilátero, cuando en vez de salir directo del túnel al ring, le dieron una vuelta completa al recinto al son de los White Stripes, antes de subir al tinglado para destrozar a Rubio minutos después.
La caminada al ring pudo haber sido más larga que la pelea en sí. Rubio, quien no pudo dar el peso el día anterior, pasándose por casi dos libras, perdiendo su título interino verde del CMB por sus problemas en la báscula, se vio temeroso, sin ganas de intercambiar con Golovkin. Algunos podrían decir que el miedo se notaba en sus ojos desde el momento que salió de su camerino. No ayudo que la mayoría del publico estaba con Golovkin, a pesar del hecho de que la mayoría no podría apuntar en el mapa el lugar donde se encuentra Kazajistán, ni mucho menos deletrearlo.
Casi al final del primer asalto los dos peleadores le dieron al publico lo que querían ver, intercambiando por los últimos diez segundos del round. El hecho de que Rubio salió sin un rasguño de esa pequeña batalla, pudo haberle dado falsas esperanzas de que el podría medirse sin problemas con el noqueador de treinta y dos años.
No pudo.
Golovkin, incrementó el calor en el segundo y despues de conectar con un solido jab, seguido por una mano derecha, el mandó a Golovkin sobre las cuerdas. Antes de que Rubio se sintiera acorralado, Golovkin conectó un devastador upper de derecha , que sacudió la cabeza del mexicano, seguido por un gancho de izquierda. Los ojos de Rubio se abrieron aún más de lo usual mientras caminaba hacia atrás ante las cuerdas, donde Golovkin pudo finalmente atraparlo y devastarlo.
Mientras Rubio mantenía su guardia arriba, el nunca vio venir la zurda en forma de martillazo a la parte superior derecha de su cabeza, que en vez de lanzar su cabeza a cualquiera dirección, se le incrustó sobre sus hombros. Rubio sucumbió hacia su lado izquierdo mientras el referí Jack Reiss, se interpuso para iniciar su conteo. Rubio se veía terminado mientras se encontraba sobre la lona y solo se puso de pie cuando estaba seguro de que no lo dejarían continuar. Una pequeña sonrisa nerviosa hacia su esquina podría ser una de las ultimas imágenes que se nos queden en la mente referente a la carrera de Rubio, una carrera que nunca se completó con un título mundial.
Y de la imagen que se nos queda grabada en nuestra mente de Golovkin, tal imagen aún no ha sido capturada.