Las peleas son como las mujeres, vienen y se van. Algunas son buenas, otras son malas. Algunas son olvidables y algunas las recuerdas por el resto de tu vida. Para ese tipo de peleas, el boxeo crea un comité, una votación se genera y la pelea se cataloga por siempre como la pelea del año. Una mescla de muchas cosas se tienen que considerar para nombrar a una pelea como una inolvidable. Acción, brutalidad y casi siempre sangre son ingredientes muy importantes. Este pasado Sábado por la noche, fuimos testigos de justamente ese tipo de pelea entre el excampeón Robert “El Fantasma” Guerrero y el japonés Yoshihiro “Maestrito” Kamegai.
La pelea principal de la noche de la cartelera televisada por Showtime y presentada por Golden Boy Promotions sin Richard Shaefer al mando, pactada a doce vueltas en la división welter, no empezó como terminó. A pesar de que Guerrero estuvo fuera del cuadrilátero por más de un año, mostró que la inactividad no era un problema, ya que conectaba rápidas certeras combinaciones en un pensante Kamegai. Si Guerrero hubiera seguido esa estrategia por el tiempo en que la pelea hubiera durado, hubiera ganado fácilmente una decisión o inclusive un tardío nocaut, puesto que Kamegai estaba teniendo problemas con la agresividad de Guerrero. Por la mayoría de los primeros tres asaltos, el peleador de Tokio, solo estaba lanzando dos o tres golpes a la vez, sin poder realmente crear una ofensiva efectiva.
Guerrero cambió alrededor del cuarto asalto cuando decidió pararse frente a frente con el asiático para intercambiar fuertes manos y desde ahí la guerra dio su inicio. Tomaron sus turnos en conectarse mientras la pelea se convertido en una proverbial de cabina telefónica tan mencionada en este tipos de pelea. Ruben Guerrero, el padre y entrenador de Robert, no hizo nada en la esquina para desalentar la estrategia cuando era obvio que Guerrero era el mejor y más técnico de los dos.
Guerrero permaneció conectando los mejores y más fuertes golpes pero Kamegai demostró que las mandíbulas en el lejano este son tan duras como las de este lado del globo terráqueo, ya que absorbió todo lo que Guerrero le lanzo y luego un poco más. Kamegai si tuvo éxito en desfigurarle la cara a Guerrero en la forma de un hinchado y morado ojo a la vez que cortándolo en la parte superior del mismo. El ojo no fue un factor ya que Guerrero permaneció adentro en los intercambios y no perdió el aire, siguiendo con su ataque de golpes mientras la pequeña pero entusiasta fanaticada en el StubHub Center lo aplaudía y alentaba.
Desde su derrota de un solo lado ante Floyd Mayweather Jr en Abril del año pasado, Guerrero no ha sido necesariamente el peleador más respetado del deporte. Primero, intento salirse de su contrato entre el y Golde Boy Promotions. Después cuando se le ofreció una pelea en Diciembre pasado ante Keith Thurman, el se reusó. Mantuvo un perfil bajo excepto por un numero de comunicados de prensa estratégicamente divulgados para anunciar diferentes eventos como el uso de Cross-Fit para mantenerse en forma.
Los fanáticos del boxeo somos vulnerables y siempre se tiene una actitud de “que es lo que has hecho por mí últimamente” cuando se trata de la relación entre peleadores y fanáticos. Después d esta ultima presentación, se puede esperar que todas las pasadas transgresiones se han olvidado por ahora y la respuesta a la pregunta es “mucho”.