La mejor pelea de este pasado fin de semana se suponía que no sucedería en los Estados Unidos, sino al otro lado del mundo en el MEN Arena en Manchester, Inglaterra. Muchos aficionados y conocedores del boxeo esperaban que los doce rounds entre el campeón supergallo FIB y el campeón de las 122 libras del AMB Scott Quigg, fuera la versión de esta década de la afamada trilogía entre Marco Antonio Barrera y Erik Morales.
No lo fue.
Como se esperaba, el MEN Arena estuvo al tope de aficionados, en lo que fue la primera pelea entre británicos de unificación de títulos en años. El hecho de que los dos peleadores se odiaron durante la promoción de esta, solo añadió intensidad y electricidad a la noche. Con los dos hombres poniendo en riego sus versiones de la corona súper gallo, más sus respectivos records invictos, la pelea tenía todos los ingredientes para ser una grande no solo en la historia del boxeo británico, sino en general. Todo iba de acuerdo al plan, mientras los dos peleadores eran anunciados y apenas se podía escuchar al anunciador a través de los canticos de los aficionados . Todo esto se descarriló cuando estaba en curso el primer round, cuando Quigg se vio con pocas ganas de soltar las manos. La mayoría del tiempo, el primer round es el de menos actividad en la mayoría de las peleas, ya que los dos peleadores están sacudiéndose el tiempo fuera del ring mientras intentan descifrar el estilo de su oponente. Se esperaba que este fuera el caso tras los primeros tres minutos entre los dos púgiles, pero una ves que pasaron dos rounds, fue obvio que Frampton solo estaba haciendo lo necesario para ganar, mientras que Quigg, estaba haciendo mucho menos.
Fue raro ver que Quigg, el más alto de los dos no estaba tomando ventaja de ello puesto que se complacía en quedarse cerca y lanzar uno o dos golpes a la vez. A Frampton, se le hizo fácil boxear desde afuera mientras que usaba su jab para medir a Quigg y conectar. Después de la pelea se conoció que Quigg sufrió una mandíbula rota en el cuarto round a causa de un upper de derecha de Frampton.
No fue hasta casi los rounds de campeonato cuando él de hecho empezó a dar la pelea que todo el mundo esperaba. Quigg de repente empezó a soltar las manos para proponer la pelea y presionar a Frampton, quien había utilizado su movimiento y boxeo durante casi toda la pelea y este empezaba a errar. Quigg, fue capaz de conectar algunos duros golpes, muchos de ellos en forma de combinación, mientras que Frampton decidió plantarse y regresarle la agresión.
Parecía que Quigg, quien para este punto necesitaba un nocaut, iba en busca de él en el 12 y ultimo round, pero Frampton, como un gran campeón, fue capaz de sacar energías para recuperar el momento y ganar el ultimo round. El hecho de que uno de los jueces, Levi Martínez, la vio para Quigg, es incomprensible.
Esta pelea fue todo lo opuesto a Barrera vs Morales y por lo tanto nadie quiere ver la revancha, excepto Quigg.