Si alguien alguna vez ha estado en aguas calientes, es Julio Cesar Chávez. Con el tema candente en México y los Estados Unidos, de la re captura del notorio traficante Joaquin “Chapo” Guzmán, Chávez, no fue dejado a un lado, ya que un conocido periodo mexicano publicó una columna asociando a la leyenda mexicana con el trafico de drogas. La columna va tan lejos como para decir que Chávez, en el apogeo de su popularidad, estaba lavando dinero para el cartel de Tijuana de los Arellano Félix, en donde Chávez vivía y entrenaba al inicio de su carrera y ahora cuenta con un centro de rehabilitación.
En caso de que ustedes no conozcan la personalidad de Chávez, igual que como en el ring en donde no conocía la palabra “me rindo”, tampoco fuera del ring, ya que se ha defendido sin cesar de estas acusaciones. Primero escribió una carta abierta, pidiéndole al autor de la columna, Ricardo Alemán, que probara sus acusaciones. Luego Chávez, realizó una conferencia de prensa en la que admitió ser amigo de no solo el líder del cartel de los Arellano Félix, sino de un numero de conocidos narcotraficantes. Su argumento es que él es un hombre de la gente y que estos criminales también son aficionados al boxeo y que él no le puede negar el saludo o una foto a nadie. Él también añade que si el no fuera amigable con estos criminales, él podría en riego a él y su familia. Es por eso que existen varias fotografías de Julio Cesar Chávez, con conocidos narcotraficantes, incluyendo al “chapo” Guzman.
Así que no es secreto que Chávez, su carrera y los que producen y exportan substancias ilegales al mercado más grande del mundo, los Estados Unidos, se han rosado por años. Tanto que en 1995 Chávez, tuvo un encuentro cercano con la muerte. Mientras estaba almorzando en el restaurante de un hotel en el esta mexicano de Toluca, un par de sicarios mataron al ex boxeador “Bebe” Gallardo, justo segundos después de que Chávez se había levantado de la mesa que compartía con Gallardo, para ir al baño. Gallardo, mejor conocido como sparring de Chávez en el pasado, se había retirado y había estado en prisión por cargos relacionado con las drogas. El asesinato fue noticia nacional, pero ya que el presidente de ese entonces protegía a Chávez, su nombre nunca apareció en las averiguaciones policiacas de los hechos.
Gallardo, no fue el nombre más grande con quien Chávez estuvo asociado en el mundo del trafico de drogas. Ese nombre es el de Francisco Arellano Félix, líder del cartel de Tijuana en los años 90s. Originario de la misma ciudad natal de Chávez de Culiacán, no se sabe bien si se conocieron ahí o en Tijuana, donde Chávez entrenaba en sus inicios.
Eran bastante cercanos, tanto que los dos visitaban Mazatlán juntos tras cada victoria para celebrar. Tras el asesinato en el aeropuerto de Guadalajara del cardenal Posadas y el asesinato siendo atribuido a los Arellano Félix, Chávez tuvo que distanciarse de su amigo para mantener su nombre limpio. Arellano Félix, fue eventualmente capturado y extraditado a los Estados Unidos, donde sorprendentemente solo le dieron 6 años de cárcel. Él fue dejado libertad en el 2008. Nada se sabe de si los dos han reavivado su amistad, pero ese pasado ha vuelto a salir a la luz nuevamente.