Sergio Gabriel “Maravilla” Martínez, no tendría que haber sido un boxeador de clase mundial. Es un conocimiento común en el deporte que para desarrollar las habilidades y reflejos que verdaderamente llevan a un boxeador a ser exitoso en el ámbito profesional, se necesita empezar a aprender y practicar el deporte a una corta edad. El argentino basado en España Martínez, llegó al boxeo tarde, a los veinte años de edad. Martínez, ya era un atleta local sobresaliente como ciclista y jugador de futbol. A pesar de haber iniciado el boxeo a una edad tan avanzada, Martínez logró convertirse en un campeón mundial en las divisiones Superwelter y Mediana y apenas recientemente perdió su título de las 160 libras ante el puertorriqueño Miguel Cotto.
Por un tiempo Martínez, era considerado uno de los mejores peleadores libra por libra del mundo. Con victorias sobre campeones como Paul Williams, Serhiy Dznziruk, Darren Barker, Matthew Macklin, Martin Murray y Julio Cesar García Jr. El brutal nocaut en el segundo asalto sobre Williams y la victoria dominante sobre Julio Cesar Chavez Jr., es lo que realmente puso a Martínez en el mapa cuando se encontraba adentrado en sus treinta años de edad. Después de su pelea ante Murray, una decisión unánime en una noche lluviosa en Argentina, Martínez se tomó un largo descanso medico tras sufrir lesiones en su ojo derecho, en su mano izquierda y en una rodilla.
Después de una ardua rehabilitación, Martínez regresó tras catorce semanas y puso su cetro Mediano del CMB en juego ante Miguel Cotto, en Junio de este año. Casi no fie una pelea, ya que Martínez, con una rodilla lastimada, se fue a la lona en tres ocasiones en el primer asalto y recibió un conteo en el nueve. Con la rodilla lastimada, Martínez nunca logró montar su ofensiva. Conocido como un peleador móvil que utiliza su movimiento para montar su ofensiva, la rodilla mala no lo dejó hacer su pelea y terminó entregando su título en el Madison Square Garden, en posiblemente su peor actuación de su carrera.
Ha habido grande especulación acerca de si Martínez, de treinta y nueve años de edad, podrá o por lo menos tendrá el interés en regresar después de tal actuación. Ahora Martínez ha salido de las sombras y ha dicho que si se lo permite su rodilla, le gustaría hacer una pelea más antes de que se retire el siguiente año. Después de su derrota ante Cotto, Martínez una vez más se realizó una serie de pruebas para decidir si podrá seguir peleando.
Se le informó que posiblemente necesite una nueva operación en su rodilla para reforzarla. Martínez, ha expresado públicamente que si ese es el caso, el se retira. Lo que Martínez espera es tener otra rehabilitación que aunque sería larga y difícil, de acuerdo a él, estaría dispuesto a realizar para regresar y pelear una vez más para borrar el mal sabor de boca de su ultima derrota que le quedó a él y a su publico.
Martínez, no está dispuesto a arriesgar su futuro ya que entiende que en el boxeo, muy posiblemente, ya pasaron sus mejores días, pero como ser humano, aún le queda mucho por vivir. Martínez, es un floreciente promotor y se espera que amplíe ese papel en su vida afuera del ring.