La popularidad de Manny Pacquiao están cayendo más rápido que una bola de bolinche lanzada desde la el ultimo piso del edificio del Empire State. Desde que Pacquiao se dio a conocer en el boxeo, siempre se ha visto como un como un contento guerrero quien dentro del ring es una maquina de tirar golpes, mientras que fuera del rin es un alma amigable y generosa. Siguiendo los típicos pasos de un peleador pobre que sobresale, Pacquiao empezó a perder el control hace algunas años atrás, gastando de más, parrandas, mujeres entre otras cosas que hicieron que su mujer Jinkee, le diera un ultimátum. O recomponer el camino y salir de él.
Pacquiao decidió recomponer.
Él no lo podía hacer solo, así que encontró apoyo en su fe católica. Desde entonces Pacquiao, ha sido un fiel seguidor del señor alabándolo de la forma que cualquier hombre de fe lo haría, hasta el punto de realizar algunos comentarios inusuales.
Por ejemplo, es pasado mes de Mayo, tras una decepcionante derrota ante Floyd Mayweather Jr., en la pelea más anticipada de los últimos 20 años, Pacquiao reveló que él había entrado a esa fatídica pelea con un hombro lesionado. El luego afirmó que no necesitaría su terapia normal de rehabilitación ya que había nadado en agua salada y rezado a dios para curarse. Este ultimo debacle es un poco más serio que eso.
Es una cosa decir que dios curó la lesión que no te dejó darles a los más de 4 millones de aficionados que sintonizaron el evento de la década, la pelea que esperaban y otra ir en contra de una comunidad muy vocal del mundo. En caso que aún no sepas, la semana pasada Pacquiao dijo unos comentarios muy fuertes en contra de los homosexuales, afirmando que los animales son mejores ya que ellos si saben distinguir entre compañeros del mismo sexo y el opuesto.
Los comentarios los hizo Pacquiao a un reportero filipino y fueron publicado en los Estados Unidos por la pagina de tabloide TMZ. Los comentarios dieron la vuelta al mundo en horas y rápidamente vinieron las repercusiones. Su promotor Bob Arum, un notorio liberal de hueso colorado, condenó el comentario y Nike, un patrocinador de años, lo despidió.
Esta no es la primera vez que Pacquiao hace comentarios duros acerca de los homosexuales. En el 2012, Pacquiao también se metió en algunos problemas al recitar unas escrituras de la biblia que abordan sus creencias acerca del matrimonio homosexual. Irónicamente fue también antes de una de sus peleas ante Timothy Bradley.
Si esta es la forma a la Mayweather Jr., Pacquiao, cree que puede generar algo de interés para que los aficionados compren el próximo PPV, puede que lo está haciendo de la forma errónea. Aunque puede que sea verdad que los homosexuales tienen mejores cosas que hacer los Sábados por las noches que ver a dos hombres sin camisa pelear por una bolsa, sus comentarios no ayudan. Los aficionados al boxeo en general en realidad no les importa lo que los peleadores dicen o hacen fuera del ring. Lo que si nos importa es lo que hacen dentro del ring. La gente simplemente está decepcionada que el hombre que muchos habían visto como el Mohammed Ali de esta generación, terminó siendo el Jesse Helms de esta generación.